Falta poco para agosto, y eso significa que el FIB está cerca. Este año se celebra el 10° aniversario, una cifra redonda que hace que vuelva la vista atrás. Recuerdo el primer FIB… allá por el año 95. Entonces tenía 16 años… aquello era casi como una aventura. Aunque os pueda parecer mentira, compré la entrada yo solo, no iba con nadie. Obviamente vivo al lado, con lo que podía luego coger el autobús e irme a casa a dormir… pero allí me fuí, pillé mi ticket y sólo que me fuí a un festival rodeado de no se, 7000, 8000 personas quizás.
Por suerte la fortuna me acompañó, debió pensar ande va ese niñato inconsciente…. Nada más llegar el viernes a los aledaños del velódromo (entonces no había recinto específico), me encontré con una buena amiga del instituto, que iba también al FIB con unos compañeros de Oropesa. Eso me salvó de pasar el día en solitario. Vimos conciertos, nos emborrachamos, reimos, en definitiva un día completo, con visita al ambulatorio de campaña incluido. No era yo el afectado por suerte.
La pena era que ellos sólo habían comprado la entrada de 1 día. A si que el sábado fuí a probar suerte… y esta vez me tocó ir casi todo el día solo, jeje. Encontré a gente conocida, pero prefería ir a mi rollo. Ver los conciertos con calma, descrubrir nuevos grupos, etc.
El domingo tuve suerte de nuevo. Me encontré con otro buen amigo del instituto, y estuve con él casi toda la noche. Bien cerquita del escenario vimos a Supergrass y Echobelly, dos pedazos de conciertos. Todavía guardo en la retina la imagen de cuando Echobelly casi al final del concierdo, acabaron una canción, se encendieron los focos y todo el público entregado aplaudiendo… pasaron unos segundos interminables, y tocaron Insomniac. Memorable.