Es común escuchar a la gente que trabaja en Internet hablar de la necesidad de especializarse, de centrarse en una disciplina y dominarla.
La web ha crecido tanto que *el enfoque inicial de webmaster que hace de todo pronto quedó desfasado*. Y es que ya lo dice el refrán, el que mucho abarca poco aprieta.
Es habitual entre mis amigos y yo reirnos de las ofertas de empleo donde buscan diseñadores que ilustren, animen, editen video, dominen HTML/CSS y programen con PHP y .NET. Sólo les falta pedir que sepan cocinar, dominen 8 idiomas y tengan conocimientos de mecánica de automóvil. Por cuatro duros además, claro.
Eso denota que el que está buscando un empleado no sabe bien lo que quiere, ya que esa persona *no va a ser capaz de dominar ninguna de las múltiples disciplinas que se le exigen*, y su trabajo será _medio_ (con suerte).
Si en vez de buscar un hombre orquesta eliges a un especialista, puedes buscar la excelencia.
Ahora bien, creo que *la especialización mal entendida es negativa*. Que te centres en una parte del proceso no implica que debas desconocer el resto. Todo lo contrario, tener los conocimientos básicos de muchas partes (usabilidad, diseño, programación, etc.) hará que tu trabajo final sea mucho mejor.
Por ejemplo, de nada serviría que un diseñador de automóviles creara en el papel un coche increíble, si luego no se puede fabricar con las técnicas existentes, y debe ser completamente modificado para pasar a su producción. Lo mismo pasa en la web.
*Saber cómo funcionan las diferentes disciplinas de la web hará que tu trabajo sea mejor*, ya que serás consciente de las posibilidades y limitaciones existentes en otra fases del proyecto, llevando al límite cada una de ellas.
Pero no te olvides de un objetivo, *ser el mejor en tu campo*. En el trabajo por lo menos, para todo lo demás yo siempre “aposté por saber de todo”:http://www.nordic-design.net/2005/05/03/sobre-la-especializacion.